Este tema ha sido de gran polémica en la implementación de la nueva versión NTC-ISO 9001:2015, en su requisito 7.1.6 (conocimientos de la Organización).
Algunos opinan, que el alcance del requisito va ligado a la generación de un plan para gestión del conocimiento… Otros piensan que basta con tener ya documentados los procesos a través de sus diferentes modalidades (procedimientos, instructivos, normas, fichas, entre otros) y un grupo adicional considera que el conocimiento ya está en las personas y por ende se da por sentado que el requisito se cumple.
La realidad, es que ISO 9001 no sólo para este requisito sino para los demás, abre diversas posibilidades en cuanto a gestión de procesos, actividades y controles que la Organización considere puedan generarle valor.
El primer paso es comprender, que gestionar conocimiento es direccionar de forma planeada y continua, procesos y actividades para potenciar el conocimiento e incrementar la competitividad de las Organizaciones a través de su mejor uso, en donde también se puedan crear recursos desde el conocimiento individual y colectivo.
Lo anterior se traduce en partir de un conocimiento ya existente y potenciar la adquisición de uno nuevo, en beneficio de las necesidades de la Organización. Un punto de partida importante es tener claro cuáles son los objetivos de la compañía y determinar qué conocimiento se requiere para lograrlos.
Acudir a un ejercicio de alineación estratégica, es una magnífica decisión inicial que le permitirá enlazar de manera clara el horizonte estratégico y la estructura de los procesos, con el fin de establecer cómo fluye la gestión en términos de logros y resultados esperados. En este punto, podrá potenciarse las diferentes formas de transformación de conocimiento (explícito, tácito, individual y corporativo) para suplir las necesidades actuales y futuras de su compañía…